Declaración de Cáceres | Documento

La Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea ha logrado aglutinar a todos los países de la Unión Europea en torno a un discurso y una estrategia para que la cultura sea una verdadera política de Estado, certificando su papel como elemento indispensable tanto para el desarrollo personal de una ciudadanía libre, crítica, tolerante y heterogénea en su diversidad, y también como fuente de bienestar y riqueza.
Lxs ministrxs de Cultura de la UE adoptaron por unanimidad la Declaración de Cáceres en la reunión informal celebrada en Cáceres el pasado septiembre en la capital extremeña. Recordando y agradeciendo la forma en la que la cultura se reveló imprescindible durante la pandemia producida por el Covid-19, lxs responsables ministeriales de este ámbito a nivel europeo consideran la cultura como fuente de bienestar y riqueza, además de un elemento de la identidad europea compartida y también de la identidad de cada uno de los países que representan. Por ello el compromiso con la cultura, con la libertad de los creadores y las creadoras, con sus derechos, sus condiciones de trabajo, el compromiso con la participación y el acceso, han de formar parte siempre de los objetivos de todos los poderes públicos.
Cultura es, concluye el texto, un derecho de la ciudadanía que los poderes públicos y cada individuo tienen la obligación de salvaguardar. Por ello se suscribe este compromiso, para que la cultura sea de ahora en adelante considerada un bien público esencial y un bien público mundial al más alto nivel político.
Hacer este compromiso efectivo en el corpus normativo
Para conocer qué valor e implicaciones puede tener este documento, medios como infoLibre señalan la importancia del documento firmado, analizando los pasos necesarios para implementarlo en un artículo, La importancia de la ‘Declaración de Cáceres’, escrito por Inma Ballesteros, Directora del Observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas.
El artículo considera la Declaración de Cáceres como un “momento histórico” pues supone, tras muchos años de reivindicación, que los compromisos adquiridos en los Pactos de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas se trasladen a las políticas públicas. Con ello se abre un nuevo escenario para la formulación de nuevos modelos de políticas culturales que recojan las múltiples identidades que forman parte de las sociedades contemporáneas, y que incorporen esta nueva visión a la agenda política nacional y global.
A las puertas de una nueva legislatura en España, entre los argumentos esgrimidos para pasar de las palabras a los hechos se considera necesario que este compromiso se haga efectivo en el corpus normativo, por ejemplo, garantizando los servicios culturales mínimos para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho a participar en la vida cultural con una Ley General de Cultura que establezca el marco de actuación institucional en todos los niveles de competencia.
De igual manera, si la cultura quiere estar presente en los próximos debates post-2030 para una nueva agenda, con un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) específico, también se ve como imprescindible demostrar el impacto que la acción cultural ejerce en la vida de las personas y en los territorios, el compromiso con la sostenibilidad ambiental y social y la adaptación al desarrollo tecnológico sin dejar a nadie atrás.
Además, para que el reconocimiento de la cultura como un bien público esencial no quede en una mera declaración de intenciones hay que generar un giro en la planificación de las políticas públicas, fundamentándolas en los derechos culturales para asumir los retos del presente, y avanzar hacia el futuro fortaleciendo el ecosistema cultural en el marco de la diversidad y la sostenibilidad.
¿Por qué te puede interesar?
A través de este documento, lxs responsables de cultura europexs se comprometen a trabajar para que la cultura sea un elemento crucial de las políticas en favor de sociedades pacíficas, justas, e igualitarias. Porque la cultura juega un papel esencial en la construcción de sociedades democráticas y en el desarrollo personal de la ciudadanía: la cultura es esencial para lograr sociedades más sanas, justas, críticas, libres, tolerantes, integradoras e igualitarias. Por eso este compromiso donde, preparando el terreno para las negociaciones de la próxima agenda de desarrollo, se propone trabajar para que la cultura sea reconocida en sí misma como un nuevo objetivo de desarrollo sostenible.
Fechas: 25 y 26 de septiembre
Reunión Informal de Cultura de los ministros de Cultura de la UE en Cáceres
Más información y acceso al documento: spanish-presidency.consilium.europa/declaracion-caceres
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